Trabaja tu marca personal

Las redes sociales se están convirtiendo -lo son ya- en una de las principales herramientas para que cualquier empresa o persona tenga visibilidad en el mundo; para que alguien exista, tiene que estar en internet. Parece que ya nadie tiene rostro si no tiene avatar, parece que nadie es alguien si no tiene cuenta en Facebook, LinkedIn, Twitter, Pinterest, Instagram, WordPress, etc.

Es cierto, si alguien quiere ser alguien, tiene que estar aquí, en la red. Pero no es suficiente con estar: hay que interactuar. Hay que formar parte de foros, comentar las noticias del sector al que ‘pertenece’, buscar contactos y solicitar ‘amistades’ y recomendaciones de aquellos que pueden aportar conocimientos, más contactos… O trabajo.

En España, una cuarta parte de la población activa está en paro (26,03% según EPA 4ºT 2013). La mayoría de las personas en situación de desempleo buscan trabajo de forma activa (otras prefieren exprimir el paro y engordar las cifras de la economía sumergida) y, sin embargo ¿Cuántas se toman en serio su propia imagen? Cuando una empresa vende un producto dedica la mayor parte del tiempo y del dinero en decidir el nombre, el tamaño, el color, el envase, el precio… Estudian hasta el más mínimo detalle. Cuando alguien busca trabajo debe dedicar al menos 15 horas semanales a trabajar en su imagen, en que su ‘marca’ sea visible y coherente con los objetivos que persigue. No se trata de engañar, sino de demostrar.

Desmárcate del resto

En efecto, cuando alguien está buscando empleo, o quiere cambiar de trabajo para mejorar sus condiciones laborales (o personales), es absolutamente necesario que se diferencie del resto. Y para eso es fundamental comenzar enfocándose en lo que uno quiere transmitir. No te vayas por las ramas, céntrate y ataca:

– ¿En qué soy bueno?

– ¿Mis capacidades satisfacen necesidades?

– ¿Cómo me ven y cómo me veo? ¿Qué transmito? (encuesta a los amigos y conocidos que te resulten más sinceros)

– ¿Quién pagaría por mi trabajo?

Si trabajas tu marca personal, podrás controlar la forma en la que el resto te percibe y conseguirás crear el impacto que deseas.

La marca personal es tu bien intangible más preciado. No lo desperdicies y cuéntale al mundo (comparte) lo que sabes hacer. Esa es la mentalidad 2.0 que te diferenciará del resto.

Imagen

¿Te imaginas a un pintor vendiendo sin tener cuadros? Si eres abogado, comparte consejos sobre legalidad, si eres economista, ayuda a otros a resolver sus dudas fiscales o empresariales. Conviértete en un experto en la materia. Aunque ya lo seas, si no estás en las redes sociales, no existes… O cada vez menos.

Una vez te hayas decidido a trabajar en tu marca personal, hazlo de forma sistemática: primero sé consciente de a dónde quieres llegar y qué quieres conseguir, luego medita los pasos que tienes que dar y, por último, trabajar cada día un poco, con sistema.

Si tuvieras dinero de sobra y no necesitaras trabajar ¿Qué actividad realizarías? (Sé serio, aquí no valen chorradas) ¿Qué actividad consigue que el tiempo se te pase volando? Céntrate ahí y localiza entonces a tus contactos ¿Quién quieres que sepa de ti y de lo bueno que eres en tu trabajo? Si realizas este análisis de forma correcta, tu marca empezará a ser una realidad, y no un juego capaz de terminar de destrozar tu carrera profesional. Luego planifica tu campaña de personal branding mientras vas abriendo tu web o tu blog (lo necesitas, no hay otra). Como es lógico, tu dominio debe ser tu nombre, así que corre a registrarlo.

Una vez definida la estrategia en función de tu ‘público’ objetivo, comienza a introducirte en foros, chats, páginas personales de otros expertos, grupos de discusión, etc. ¡Demuéstrales lo que sabes!

Las redes sociales y tu web o blog comenzarán a trabajar por tí las 24 horas del día los 365 días del año. No pares. Tu oportunidad llegará. Suerte.

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