Una tienda online es el ‘escaparate’ necesario para que el negocio crezca. No basta con la idea. Los contenidos ( #marketing y #comunicación se dan la mano ) son, después del producto y el diseño de la web, la obligada acción comercial para cualquier ‘webshop’.
Todo perfecto. Se han escrito ríos de tinta (píxeles, mejor dicho) con ideas y aportaciones muy válidas para mejorar una tienda online, pero a mi juicio en muchas ocasiones se olvidan de ponerse del lado del cliente. Basta con recordar la última compra que hayamos hecho en internet: si voy ‘a tiro hecho’, quiero estar pagando en dos clicks. Si quiero ‘cotillear’, ponme todo a la vista y lo más grande (o ampliable) posible… ¿No es un escaparate? Pues eso.
La pasarela de pagos es del banco, y digo yo que será segura. Al menos da seguridad. Por eso, la web tiene que estar diseñada para dar también sensación de seguridad, de limpieza y orden ( #diseño ) desde que suena la campanita de la entrada del #negocio hasta que sale el cliente con la bolsa y se despide sonriendo. Que no chirríe nada ¿Por qué habría que cambiar los conceptos más básicos del comercio? El hecho de que sea #ecommerce no significa que no haya que atender al cliente como merece, facilitándole el ‘trabajo’ de comprar… Y para el que entra «solo a mirar», como en las tiendas de toda la vida: lo que quiero vender con más urgencia lo pongo primero, delante, encima o donde quieras, pero que se vea. Y cuando inicio campañas comerciales (ofertas, rebajas, destocaje, etc.) lo anuncio con «carteles de colores» que, en el caso de una #webshop se corresponden con las redes sociales, blogs… Y en mi propio escaparate, claro.
La opción de pago con #Paypal (¿Hay otra?) no debería faltar. Como cliente, no tengo que andar introduciendo los datos de mi tarjeta de crédito cada vez que compro. El porcentaje que se queda el multimillonario que ideó esta plataforma de pago es similiar al que se llevan los millonarios gestores de las entidades bancarias, así que Paypal crecerá a medida que crezca la ‘cultura’ de uso.
De oriente a occidente
Todos tenemos claros que los chinos son todos ‘sexto dan’ en comercio, incluido el electrónico. Les falta un poco de tiempo, pero ponerme a contar ejemplos de millonarios del #ecommerce sería absurdo. Mejor darlo por hecho. Otra cosa es el estilo, el diseño. A ellos les va la cantidad, y poco a poco el cliente occidental les está obligando a cambiar sus diseños para ser más atractivos; tenemos cientos de ejemplos de la evolución en escaparatismo de los comerciantes chinos…
Dígame en qué le puedo ayudar
No olvido la importancia del #brandcontent. Un blog es como la charla que mantenemos con el cliente en el mostrador del negocio mientras realizamos la venta. Tiene que ser 2.0 de verdad. No valen medias tintas. De acuerdo con el control anterior a la publicación, pero si lo que vendemos y el servicio que damos son como tienen que ser, los comentarios no tienen que preocuparnos. Más bien al revés. Desearemos que empiecen a publicar las excelencias de nuestro servicio. A mi juicio, la excelencia en este sentido es que la tienda online tuviera un foro asociado para uso y disfrute de los cientes. Sí, un foro.
Del mismo modo que la policía local se da paseos por las calles para dar sensación de seguridad, nosotros diseñamos nuestra tienda para que el paseante (navegante) se quede y compre. Por último, aunque no haga falta recordarlo, todos sabemos que si el producto es una porquería, no hay garantía, al llamar o enviar un e-mail no contesta nadie, mejor probar con un puesto de alquiler de hamacas en la playa. Tal vez sea un negocio más adaptado a tu ‘personalidad’. Ahora empieza la temporada… ;^)